Los mártires del 20 de enero en la memoria de los testigos

Los mártires del 20 de enero en la memoria de los testigos

En el sitio Aydin yol se publicó las memorias de las personas que presenciaron los cometidos por las tropas soviéticas que atacaron brutalmente a Bakú, la ciudad pacífica el 20 de enero del año de 1990. La prensa de Moscú llamó los extremistas a las personas asesinadas que salieron en manifestación pacífica en 1990. En ese texto fueron recogidos testimonios de los médicos que ayudaron en condiciones increíblemente difíciles a los que sufrieron del terror militar en la noche del 19 al 20 de enero de 1990

Los médicos de los hospitales de Bakú recuerdan así aquella terrible noche.

Vugar Yusifzade – médico del Hospital Clínico № 1 (en 1990 el hospital Semashko): 

La noche de 20 de enero yo estaba al lado del cuartel de Salyan. Los tanques salían del territorio de la escuela militar, en sus escotillas había los jóvenes soldados. El oficial se acercó a nosotros y nos pidió que demos paso a los tanques. Nos sentamos en la acera frente a la escuela. Entonces los soldados nos tiraron unas granadas de humo. Cuando el viento destruyo el humo nos vimos que a una distancia de 50 pasos de nosotros estaban los soldados. Se oyó la orden del oficial y chasquearon los disparadores de las pistolas.

Los soldados con los gritos de "¡Hurra!", "Adelante" arremetieron contra el grupo de cerca de cuarenta personas  incluidas las mujeres también. Hubo pánico y empezamos a correr. Se oyeron disparos detrás de nosotros, varias personas resultaron heridas.  

Por lo que abrieron el camino, luego los tanques Los tanques entraron en acción aplastando a personas tiradas en el suelo.

Eldar Aliyev – médico / anestesiólogo de Instituto de Cirugía Experimental y Clínica:

El 20 de enero por la noche tan pronto como empezó tiroteo en la ciudad, muchos de nuestros cirujanos que tenían coches privados inmediatamente vinieron al trabajo. Los heridos comenzaron a ingresar después de la 1:00 en la noche y la primera operación se llevó a cabo a las dos de la noche. Toda la noche llevábamos a cabo las operaciones de cirugía una tras otra. Por la mañana nos enteramos de que la situación fue similar en otros hospitales centrales de la ciudad.

Nushaba Asadzade Médica / Terapeuta:

Recopilaban los cuerpos en el baño, y luego transportaban a la morgue. En la noche del 20 de enero cada hora aumentaban el número de los heridos. En todas habitaciones, incluso en los vestuarios y en las salas de recepción  se llevaban a cabo las operaciones de cirugía. Porque no había lugar, el 20 de enero por la mañana y en los siguientes días crecía el flujo de heridos.

Adalet Rustamov – Cirujano del Hospital de Emergencia:

El 20 de enero exactamente a las doce y media de la noche  la una en el hospital las luces se apagaron. Nosotros encendimos unas velas para llevar acabo las operaciones de cirugía, luego trajeron una lámpara de queroseno. Afortunadamente, el hospital contaba con su propio generador y pronto pudimos ejecutarlo.

Huseynov D. – cirujano:

Ya hace 35 años que llevo a cabo las operaciones de cirugía, he visto muchas cosas en este mundo, pero no había visto tales heridos a lo largo de mi vida. Fueron destruidos no sólo los órganos internos, incluso los huesos por una sola bala de los heridos ingresados el 20 de enero.

Fuad Abdullayev – médico del Hospital Clínico en nombre de Mirgasimov:

Yo estaba de guardia esa noche y vi que los militares no permitían a nuestros médicos y enfermeras acercarse a los heridos y muertos.

En frente de nuestro hospital y en las cercanías del entonces monumento al XI Ejército Rojo eran muchos heridos y muertos, los tanques que atacaron la ciudad aquí abrieron fuego contra la gente. 

Jahangir Atakishiyev – médico urólogo en el mismo hospital:

Nosotros estábamos de guardia en el departamento quirúrgico con Fuad.  Cuando empezó el tiroteo yo subí a la azotea del hospital. De allí eran claramente visibles los tanques que rodeaban en frente del monumento al XI Ejército Rojo y abriendo fuego y aplastando a la gente se dirigían a varias avenidas de la ciudad.     Muchas personas murieron en frente del monumento. Por las personas reunidas no hubo ni un solo tiro contra los tanques. El número de víctimas fue mayor, porque la plaza en frente al monumento fue grande y no había ninguna posibilidad de escapar del tanque. 

Gasimov M. – jefe médico del Hospital Republicano en 1990:

El 21 de enero en el hospital se acabaron los vendajes, antibióticos y analgésicos. Sólo no había problema con la escasez de sangre, el 20 de enero, por la mañana temprano multitud de personas llegaban a la estación de transfusión de sangre. También hubo quienes vinieron a nuestro hospital a donar sangre, los médicos y enfermeras dieron mucha sangre. Nuestras colegas de Agsu, Beylagan, Shamaji y de otras ciudades del país nos proporcionaron medicamentos y otros materiales necesarios para las operaciones.   

La Comisión de Investigación

El 22 de enero de 1990, en la sesión del Soviét Supremo de la República de Azerbaiyán fue creada la comisión de investigación para la investigación de los acontecimientos del 20 de enero.     

  Esta comisión ha establecido como objetivo la tarea de identificar a los organizadores y perpetradores de la sangrienta matanza cometida por las tropas del Ministerio de Defensa de la URSS, el Comité de Seguridad Estatal y el Ministerio de Asuntos Interiores contra los ciudadanos de Azerbaiyán en la noche del 19 al 20 de enero.

Vicepresidente de la Comisión de Investigación, Tamerlan Garayev dice:

La comisión contaba con la presencia de los diputados del Soviét Supremo, los representantes del público, los Ministros de Sanidad, Justicia y Asuntos Interiores, el presidente del Soviét Supremo. La comisión recibía información no sólo de Bakú, sino del país en su conjunto.  

Las condiciones de la muerte eran muy diferentes. Algunos murieron sin salir de casa.

Larisa Mammadova de 12 años de edad oyó disparos y corrió al balcón y estuvo expuesto al disparo. Su padre corrió tras él, él también fue herido y perdió la conciencia. El padre recibió la noticia de la muerte de su hija cuando fue hospitalizado. 

Y en los días siguientes hubo muchos muertos y heridos. Los soldados disparaban contra los civiles no sólo tras el inicio del toque de queda sino también durante el día.

 

Shirin Manafov

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